La extracción de cordales es un procedimiento odontológico diseñado para abordar diversas situaciones que pueden afectar la salud bucal. Aunque la preservación dental es siempre una prioridad, hay casos en los que extraer un diente es la mejor opción para mantener el bienestar general de la boca.
Las extracciones dentales pueden ser necesarias en los siguientes casos:
Dientes Afectados por Caries Extensas: Cuando una caries dental ha progresado significativamente y compromete la estructura del diente más allá de la posibilidad de reparación, la extracción puede ser la mejor opción para prevenir la propagación de la infección.
Infecciones Dentales o Abscesos: Las infecciones dentales pueden requerir extracción para eliminar la fuente de la infección y prevenir su diseminación a otras áreas de la boca.
Dientes Impactados: En el caso de dientes impactados, que no pueden salir completamente de las encías, la extracción puede ser necesaria para prevenir complicaciones como dolor, infecciones y desplazamientos dentales.
Problemas Ortodónticos: En algunos casos de maloclusión o falta de espacio, la extracción de uno o más dientes puede ser parte de un plan de tratamiento ortodóntico para lograr una alineación adecuada.
En resumen, las extracciones evitan la propagación de infecciones dentales y abscesos, ayudando a preservar la salud general del paciente. En casos de dientes dañados o afectados, la extracción puede proporcionar alivio inmediato del dolor, mejorando la calidad de vida del paciente. La extracción de dientes dañados crea espacio para restauraciones dentales, como prótesis dentales o implantes, contribuyendo a restaurar la función y estética bucal.
